Justificaban los recortes diciendo que habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades, nos decían que Madrid nos roba, nos decían que hay que apretarse el cinturón, que el rescate del sistema financiero era inevitable, nos decían que tan sólo se trataba de unas pocas "manzanas podridas"... En realidad nos han estado robando, han gestionado de pena la empresa pública para poder regalársela al sector privado, y así jugar a las puertas giratorias, han estado viviendo a nuestra costa en una burbuja de redes clientelares... Pero es tiempo de esperanza, es el momento de tomar el poder de las instituciones para ponerlas al servicio de su población. Ha llegado al hora, y en nuestra mano está frenar esta inercia de impunidad política. Podemos hacer que la sonrisa cambie de bando. ¡Sí se puede!
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