8 de jul. 2015

Tras las cifras de paro, pobreza y precariedad se esconden millones de historias y rostros.

Situaciones como esta tienen que cambiar.Tras las cifras de paro, pobreza y precariedad se esconden millones de historias y rostros. Poner por delante los derechos sociales y las necesidades básicas de la población es una tarea urgente de un gobierno que se deba a la gente.



Pedro Armestre / Save the Children



Manuela, de 52 años, vive haciendo funambulismos. Está sola con dos hijos a cargo de 11 y 16 años, no trabaja y tiene que sobrevivir con los 300 euros mensuales de pensión que le pasa su exmarido. Ella y sus hijos residen de alquiler en un piso modesto en Valencia y, cuando puede, realiza pequeñas tareas como cuidar niños o preparar bocadillos en un bar. Pero no es suficiente. “Mi situación económica es desastrosa, llevo todo el mes poniendo lavadoras con el lavavajillas”.

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